El muro de las Termópilas, alegoría del Muro que divide Cisjordania

Con ganas de saber qué otras películas había hecho el chico de Rockandrolla, alquilé la película 300.

Lo de menos es que esté basada en el «famoso cómic» de un menda que no conozco. Lo de más es que ese cómic es un pretexto para una película de propaganda israelí contra Irán. Y es tan flagrante, tan descarado, tan insultante, que la película pierde toda la gracia para convertirse en un texto de la Ley de la Guerra israelí. Muy revelador lo que se dice sobre el muro que los espartanos levantan en el paso de las Termópilas para impedir el paso de los persas. Es tan descarado que los persas aparecen despersonalizados y su tirano, Jerjes, es una especie de loca-maricona de los años ochenta con piercings, ataviado de plata y con cejas a lo faraón egipcio., que se desplaza en una carroza que parece salida de la cabalgata del Orgullo Gay. Todo el mundo árabe denigrado. Toda la verdad histórica a tomar viento.

Creo que lo único que me parece divertido ocurre fuera de la película. 300 está dirigida por Zack Snyder, cuyo apellido es clásicamente judío. Pero Casi 300 está dirigida por Jason Friedberg y Aaron Seltzer, dos apellidos no menos clásicamente judíos. Ellos se lo guisan, ellos se lo comen, ellos se pintan los abdominales.